viernes, 10 de noviembre de 2017

La foto indiscreta: Juan Domingo Perón y el SS Otto Skorzeny reunidos en Buenos Aires

                            Otto Skorzeny (izquierda) y Juan Domingo Perón, Buenos Aires, 1954.

Negar, pretender mirar hacia otro lado, por lo general no lleva a nada bueno. 
No se trata aquí de hacer “revisionismo” y pretender dar vuelta completamente la historia.Nunca, jamás, todos los que están de un lado son buenos y todos los demás, son malos. Todo pasa por dar otra mirada a la historia, entender que siempre, siempre, hay otra cara oculta, otro lado que no se ha querido mostrar.
Se trata de darle a la historia una mirada (digamos) inconformista y -definitivamente-crítica.
El que niega, oculta y, así las cosas, la historia argentina está plagada de negacionismo.
En la mayoría de los casos, la tan mentada “Lealtad” -mal entendida cuando se trata de cuestiones políticas- ha impedido sistemáticamente que se acepten determinados hechos históricos a los cuales se ha tildado como meras y simples habladurías. Lo que se dice: chapucería barata.
De cara a temas relacionados al peronismo, no nos encontramos justamente con ninguna excepción a esa regla y más de uno se habrá ganado el mote de “Gorila” en su intento por exponer otra realidad. Tal vez alguno, incluso, se lo haya merecido.
Sin embargo, no se puede tapar el Sol con un dedo y vale entonces una buena prueba de este peligroso juego de ilusiones, humo y espejos. Ahora lo ves y ahora no.
                                                Otto Skorzeny y Adolf Hitler en la "Wolfschanze", 1943.


Aquí al comienzo de pagina lo vemos en la primera foto: Año 1954, Buenos Aires, Argentina,Casa Rosada, sede del Gobierno. El Presidente argentino Teniente General Juan Domingo Perón posa sonriente junto al comando de las SS Nazis, Otto Skorzeny (a la izquierda en la foto). 
El SS -que fue uno de los directos responsables, sino el gran protagonista, del rescate de Benito Mussolini del Gran Sasso utilizando planeadores y una avioneta Stork en una arriesgada misión encomendada personalmente por el Führer- vivía plácidamente y amparado por el régimen peronista en Buenos Aires y utilizaba un seudónimo.
Respecto de su paso por la Argentina, es bastante lo que se sabe: como tantos de sus camaradas llegó al país (de manera más o menos definitiva en 1953), entrenó a efectivos de la Policía Federal (Coordinación Federal), supo ser cabecilla ideológico de los grupos de choque peronsitas que salían a las calles, trabajó para la Krupp Deutschland -gran puntal del régimen de Hitler- vendiendo acería y planchas para tanques, fue Directivo de la Fundación Eva Perón y socio de la Financiera Securitas S.A. que estaba en el Edificio "Martens" de Av. Corrientes 311.


         Otto Skorzeny y Benito Mussolini, instantes después del rescate del líder fascista italiano.

Paró en la casa de Teodoro Malbranc, en la calle Arenales 2460 de la localidad bonaerense de Olivos, residencia, que curiosamente, fue durante mucho tiempo el centro de operaciones de la organización que recibía y ocultaba nazis en la Argentina, conocida como “Spinnewebe” (telaraña), un sitio en el que -entre otros- encontró refugio Josef Mengele.
Skorzeny luego se mudó a la localidad de Villa Ballester, también en provincia de Buenos Aires, en donde tenía como buen vecino a  Werner Von Oven (Secretario de Joseph Goebbels, que vivió durante 50 años en la Argentina). Años después, se despidió de su amigo Perón y encontró otro buen lugar para terminar sus días. Pasó al otro mundo en la España de Francisco Franco el 7 de julio de 1975.
¿Habrá extrañado mucho a su querida Alemania? Por los sitios en los que estuvo... daría la sensación que no.

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