viernes, 17 de agosto de 2018

En el Aniversario de la Muerte del General San Martin



Permiso mi General!!
Perdón por interrumpir su sueño! Pero siento en mi corazón el deber de llevar hasta su puesto de servicio eterno la noticia de que no hemos sido capaces, los argentinos,  de hacer la Patria Grande que usted y nuestros pro-hombres soñaran. Si tengo que reflejarle como se ve el País, tengo que remitirme a lo que dijera Don José Manuel Estrada, allá por 1890, cuando escribió: “ Veo bandas rapaces, movidas de codicia, la más vil de todas las pasiones, enseñorearse del país, dilapidar sus finanzas, pervertir su administración, chupar su sustancia, pavonearse insolentemente en las mas cínicas ostentaciones del Fausto, comprarlo y venderlo todo, hasta comprarse y venderse unos a los otros a la luz del día…”
Creo que es la definición correcta. Hemos llegado al extremo de matarnos unos a otros ya no por codicia, sino por brutalidad… hasta para quitarle un calzado a un pobre inocente se mata, y el que lo hace tiene más derechos que aquel que hace Patria día a día. A pesar de que la ley dice que cuando alguien mata a otro por su condición de uniformado debe pagar su crimen de por vida, le generamos condiciones aptas para que mañana mismo recupere su libertad y siga matando en una suerte de ruleta rusa cruel e inhumana.
¡¡Si mi General! ¡¡ No hemos sido capaces de construir una sociedad digna de respeto… la soberbia nos ha ganado el alma,  la tristeza el corazón y muchos de nosotros aún conservamos la llama y la ilusión de un País con buena gente, pero créame: cada día es más difícil. Con el peso de mi alma atormentada pido a usted humildemente perdón, en mi nombre y en el de muchos argentinos a los que todavía nos queda un resto de dignidad para decirle que sentimos mucho haber defraudado su ilusión de Patriota…
Hoy, con motivo del aniversario de su viaje, seguramente se van a hacer algunas ceremonias, pero no le extrañe que la gloriosa fanfarria de granaderos ¡¡¡SU REGIMIENTO!!!, no haga sonar el clarín como en aquellos años de gloria y valor… más bien probablemente escuche la perfidia de muchos aprovechar ese momento  para fines que nada tienen que ver con la fecha, pero así están las cosas…
Una vez más, perdone usted que este argentino no le traiga buenas noticias… es que hoy mismo, he visto un niño desnutrido, sin rumbo y con hambre por las calles… a un anciano golpeado salvajemente por delincuentes liberados por jueces cuya única ambición parece ser llenarse los bolsillos con sueldos pornográficos y poder; hemos expulsado a Dios mismo de las Escuelas… la apostasía brega por quemar nuestras Iglesias… mientras tanto, el congreso se debate en una miserable charla de comadres para expiar de culpa a los traidores a la Patria… la única expresión de valor y coraje que hemos tenido en los últimos tiempos como sociedad fue decretar la pena de muerte…
¡¡Si, Señor!! Así, como lo oye!, pero debo aclararle que esa pena de muerte solo alcanza a los niños por nacer!! Como verá, todo  muy lejos de los consejos que usted con tanto amor le diera a Merceditas. Quizá usted pueda interceder ante el creador para pedirle solamente JUSTICIA, porque si la hay,  el país volverá a brillar Usted soñó.
¡¡¡Mis respetos Señor!!!..¡¡¡Hasta siempre Mi General!!... ¡¡¡Descanse Usted en paz!!

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