Escritos e interpretacion de un hombre de honor
martes, 9 de junio de 2020
Coincidencias. Por Miguel De Lorenzo
Otra vez el inquietante perfil del pais en vías de disolución. Nada nuevo, la reiterada escenografia de antes, durante y después del 2001. La misma inclaudicable perversión de los políticos criollos, ideólogos de la esclavitud y corruptos hasta la nausea.
Casualmente, o no tanto, fue la crisis de 2001 el momento elegido por Toni Negri para visitar la Argentina.
El neomarxista, o pos marxista italiano, Antonio Negri, fue uno de tantos jóvenes salidos de los grupos de acción católica, – bien lo sabemos los argentinos – que por misteriosos caminos, desembocó en las aguas tormentosas del terrorismo revolucionario bolchevique.
Pasado el tiempo, Negri, un intelectual brillante, acorralado por la ruinosa caída del régimen soviético, dio un nuevo y original giro a un marxismo destartalado por la derrota.
Fue de la mano de Negri que los intocables del materialismo Marx, Engels, Lenín y hasta el mismo Gramsci, pasando por Hegel, fueron en parte desplazados por Spinoza.
El novedoso pos marxismo que Negri elabora, incluye una hermenéutica diferente a las ideas centrales del marxismo conocido, cambia el significado de multitud, de pueblo, de trabajo etc., etc.
Esta larga introducción sobre Negri viene a cuento de una de sus propuestas vinculada a la idea de que entiende por trabajo y como debe ser pagado.
Para el italiano: “Una de las reivindicaciones fundamental que nace del movimiento antiglobal es la del salario garantizado, el salario de ciudadanía o la renta básica universal. ¿Por qué? Porque es el trabajo social que debe ser reconocido y pagado. Porque es la relación entre el ser ocupado, el ser desocupado, el ser antes o después del trabajo… estudiar para entrar y ser fuerza de trabajo, etc., etc”
Casi al mismo tiempo que trabajamos sobre la obra de Negri, nos salieron al cruce recientes declaraciones del Papa Francisco: “Va llegando la hora de establecer un salario básico unversal”. Es casi innecesario señalar la absoluta coincidencia entre ambas propuestas. Lo que tal vez fuese un poco más difícil, sería encontrar similitudes con la doctrina social de la Iglesia.
Como para que nadie dude, el Arzobispo Fernández en una entrevista al diario Perfil, le preguntaron respecto de la situación actual y el rol de Jorge Bergoglio, señaló que: «el Papa Francisco insiste en unir lo espiritual y lo social», pero planteó que «con personajes como un Bolsonaro, Boris Johnson y Donald Trump le es más difícil mantener este mensaje social».
Debemos decirlo, nobleza obliga, en este punto Tucho tiene razón, vaya usted a dialogar con esa gente. Claramente imposible.
Para hablar del pueblo de Dios no hay como Maduro, Cris, Noriega, Evo Morales, la dirigencia China, Grabois, etc.
Pongamos el caso Trump, el tipo se declara provida, participa activamente en las campañas antiaborto y le quita apoyo económico a Planned Parenthood, rompe con la OMS y por si fuera poco, ahora quiere abrir los templos en EEUU para que la gente pueda ir a rezar. Es evidente que el Arzobispo la tiene clara, como un católico podría entenderse con ese energúmeno, que propone “ir a rezar”.
Tampoco escapó de la tormenta vaticana, Matteo Salvini, resulta que al buen hombre se le ocurrió andar por la vida con un rosario en la mano. Un intratable.
Toni Negri elabora con el posmarxismo un modelo de dominación social e individual , un desarraigo del hombre de su tierra y de las tradiciones, una degradación humana, que hasta podría superar en su mucha miseria al modelo soviético.
Negri se aleja de la lucha de las milicias armadas y opta por la guerra molecular, que entre otras cosas, es la de los piquetes, ocupaciones, usurpaciones, cortes de rutas y calles, peleas entre bandas, etc se va naturalizando el caos, es en suma la permanente transgresión y el enfrentamiento continuo.
Y aquí nos encontramos con otra curiosidad, el Papa Francisco repite una y otra vez hagan lío.
¿Estarán expresando lo mismo? ¿Será ese tipo de lío, el “lío molecular” al que se refiere el Papa?
Como las coincidencias se multiplican, y el posmarxismo o como quieran llamarlo, encuentra explícita acogida en la herejía llamada teología del pueblo, se van comprendiendo un poco más los vínculos vaticanos con el gobierno enemigo de Cristo, corrupto, destructor y abortista de los Fernández.
El 25 de Mayo, otro Arzobispo, Mario Poli, repitió, para no queden dudas, palabras del Papa: “y esto es importante porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro económico. Sería triste que se optara por lo contrario, lo cual llevaría a la muerte a muchísima gente, algo así como un genocidio virósico”.
Pocas veces estuvo tan claro el Papa, hay quienes dicen que en el llamado de la noche, el profe le agradeció su constante apoyo para seguir deconstruyendo el país.
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