La señora es Stella Carlotto, Presidente de “Abuelas de plaza de mayo.”
El señor es Carlos Alberto Solsona y su hija es la “nieta n. 129” “recuperada” (la encontraron en España ??) hace poco.
El señor es Carlos Alberto Solsona y su hija es la “nieta n. 129” “recuperada” (la encontraron en España ??) hace poco.
Pero, ¿quién es Carlos Alberto Solsona?
Como al igual que a mí no creo que jamás te hayan hablado de él en la escuela ni en un ningún libro, te cuento:
Carlos Alberto Solsona fue uno de los secuestradores y asesino del Coronel (PM) Argentino del Valle Larrabure, este terrorista guerrillero subversivo marxista, junto con alrededor de cien terroristas combatientes del E.R.P., arribaron en la madrugada del 11 de agosto de 1974 en pleno gobierno democrático peronista, a bordo de tres colectivos para atacar a la Fábrica Militar de Pólvora y Explosivos del Ejército Argentino de Villa María Córdoba.
El Coronel Larrabure era infante del Ejército Argentino y también
ingeniero bioquímico egresado con honores del Instituto Militar de Ingeniería
de Río de Janeiro. Era el Subdirector de la Fábrica militar de pólvora y
explosivos del Ejército Argentino, en Villa María, Córdoba.
El Mayor Larrabure (fue ascendido durante su cautiverio a Teniente
Coronel y post mortem a Coronel), fue secuestrado durante un gobierno
democrático (en 1974) y mantenido en cautiverio durante más de un año en una
“cárcel del pueblo” que básicamente era un agujero en la tierra de 2 m de alto
x 2 m
de largo x 1 de ancho,
sin baño.
Su única ventilación eran dos caños de plástico de 2 cm. conectados a un
extractor eléctrico que don Carlos Solsona y los otros terroristas captores
encendían y apagaban a voluntad, sabiendo que el My. Larrabure era asmático.
Solsona y sus “compañeros”terroristas, miembros del Ejército Revolucionario del
Pueblo (ERP) secuestraron al Mayor Larrabure para que los asesore en la
fabricación de bombas para la “organización”, tarea a la que se negó
rotundamente durante más de un año, a pesar de las torturas para doblegarlo. Si
aceptaba ayudar a los terroristas guerrilleros subversivos marxista en la
fabricación de pólvora y explosivos, los delincuentes asesinos terroristas le
prometían la libertad.
El Coronel (PM) Argentino del Valle
Larrabure fue encontrado 372 días después de su secuestro. Tenía quemaduras de
cigarrillos y de picana eléctrica en los testículos y en todo el cuerpo. Estaba
golpeado y su cuerpo al ser encontrado pesaba 47 kilos menos.
Para sustraerse de su terrible tormento y torturas, en pequeñas hojas de
papel hacía cálculos matemáticos y según compañeros de cautiverio que fueron
liberados luego del pago de rescates, aunque no podían ver a Larrabure, manifestaron
que lo escuchaban cantar el Himno Nacional.
Murió ahorcado con un cable y su
cuerpo arrojado en una calle de tierra en los suburbios de Rosario.
Por su asesinato “no hay” imputados ni procesados por la justicia argentina, pero si terroristas indemnizados con grandes sumas, incluidos los asesinos de Larrabure.
Le dejó a sus hijos y a su esposa una serie de cartas donde los insta a
“no odiar a sus asesinos” y a “devolver la bofetada poniendo la otra mejilla”.
Compártelo para que doña Stella Carlotto sepa a quien tiene al lado en la foto, y para que el resto de los argentinos recuperemos un poco de la “memoria y verdad” de la guerra interna librada contra el terrorismo guerrillero subversivo marxista y que gracias a la victoria de las Fuerzas Armadas de la Nación, se evitó que el trapo rojo comunista reemplazara a la Bandera Argentina, hoy sólo se habla de una historia falaz y amañada, especialmente escrita por los terroristas vencidos y propalada por los medios ideologizados y ocultadores de la verdad completa.
Compártelo para que doña Stella Carlotto sepa a quien tiene al lado en la foto, y para que el resto de los argentinos recuperemos un poco de la “memoria y verdad” de la guerra interna librada contra el terrorismo guerrillero subversivo marxista y que gracias a la victoria de las Fuerzas Armadas de la Nación, se evitó que el trapo rojo comunista reemplazara a la Bandera Argentina, hoy sólo se habla de una historia falaz y amañada, especialmente escrita por los terroristas vencidos y propalada por los medios ideologizados y ocultadores de la verdad completa.
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