domingo, 8 de octubre de 2017

UN POCO DE HISTORIA :ATAQUE AL "REGIMIENTO DE INFANTERÍA DE MONTE 29" del EJÉRCITO ARGENTINO el 05 de octubre de 1975








El domingo 5 de octubre de 1975, la organización guerrillera Montoneros realizó un ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, al Casino de Suboficiales de dicha fuerza y al Aeropuerto "El Pucú" de la ciudad de Formosa en la provincia homónima, Argentina.
En el asalto, al que suele denominárselo Operación Primicia, participaron siete pelotones de combate compuestos por más de 50 guerrilleros, en su mayoría vestidos con uniforme militar, empleando casi 20 automóviles que utilizaron para la fuga. Conducidos por el soldado entregador, el santafecino Luis Roberto Mayol, sabían bien dónde se hallaban las diversas armas.En el hecho se produjo un enfrentamiento armado que le ocasionó al Ejército 12 bajas, entre muertos y heridos, en su mayoría soldados que estaban realizando el servicio militar obligatorio.
Luego de robar cincuenta fusiles automáticos FN FAL, los atacantes se dirigieron al Aeropuerto local, desde donde, previa confrontación armada con algunos militares que se hallaban en esa zona, escaparon en una avioneta Cessna que aterrizó en un campo correntino; y en un Boeing 737 de Aerolíneas Argentinas que bajó en una pista improvisada en las cercanía de Angélica, Provincia de Santa Fe.
Al día siguiente el entonces presidente provisional Ítalo Luder dio a conocer los decretos 2770, 2771, y 2772 creando un Consejo de Seguridad Interior integrado por el presidente y los jefes de las fuerzas armadas, y extendiendo a todo el país la orden de "aniquilar el accionar de los elementos subversivos".



Según el parte de guerra de Montoneros sus fuerzas habían causado 40 bajas al "enemigo" y habían tenido 11 bajas propias entre muertos y heridos, y afirma que fueron finalmente rematados estos últimos.3 En 2006, la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación incluyó a todos los guerrilleros muertos en los listados de la CONADEP como víctimas de “ejecución sumaria”.

CAÍDOS EN DEFENSA DE LA UNIDAD Y EN LOS COMBATES POSTERIORES
- Subteniente Ricardo Massaferro
- Sargento Víctor Sanabria
- Soldado Conscripto Hermindo Luna
- Soldado Conscripto Alberto Villalba
- Soldado Conscripto Marcelino Torales
- Soldado Conscripto Edmundo Sosa
- Soldado Conscripto Tomás Sánchez
- Soldado Conscripto Ismael Sánchez
- Soldado Conscripto Dante Salvatierra
- Soldado Conscripto José Coronel
- Soldado Conscripto Heriberto Dávalos
- Soldado Conscripto Antonio Arrieta
- Agente de la Policía de la Provincia de Formosa Argentino Alegre




DETALLE DE LOS HECHOS
Los guerrilleros contaban con una inteligencia previa dentro del mismo Regimiento; se trataba de un joven soldado santafesino llamado Luis Roberto Mayol.
En la tarde del 5 de octubre, mientras algunos conscriptos dormían y otros estaban ya duchándose, Mayol le arrebató el fusil a su compañero del Puesto de Guardia Nº 2 y abrió los portones para permitir el ingreso de 5 camionetas que transportaban unos treinta Montoneros armados. El primer vehículo se dirigió al Puesto de Guardia Nº 1, cerca de la Guardia Central, donde el sargento Víctor Sanabria estaba intentando operar una radio, y al descubrirlo lo mataron para cortar toda comunicación con el exterior. Simultáneamente, otro pelotón de montoneros entró al dormitorio de la Guardia y mató a 5 soldados que estaban durmiendo. Otros conscriptos murieron en las duchas, alcanzados por las granadas arrojadas desde las ventanas del baño.
Conducidos por Luis Mayol, los asaltantes del regimiento sabían bien dónde se hallaban los depósitos de armas y de municiones. Mayol fue muerto cuando intentaba replegar de la guardia junto a sus compañeros. Fueron encerrados por el fuego cruzado de los soldados de guardia, que desplegaron cerca de la pista de combate y la ametralladora del Cabo Primero Guillermo Tissera emplazada cerca del mástil de la Bandera.
En el ataque fallecieron los soldados conscriptos Antonio Arrieta, Heriberto Dávalos, José Coronel, Dante Salvatierra, Ismael Sánchez,Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torales, Alberto Villalba y Hermindo Luna, como así también el subteniente Ricardo Massaferro y el sargento Víctor Sanabria.

SOLDADO LUNA
Durante el ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29 se destacó la actitud en combate que tuvo el soldado conscripto clase '54 Hermindo "Negro" Luna quien contaba con veinte años. Repentinamente se le aparecieron cinco guerrilleros que habían bajado fuertemente armados de una camioneta que le dijeron: -Rendite, negro, que con vos no es la cosa. Luna respondió ¡Acá no se rinde nadie carajo! y fusil en mano trató de contener el ataque para darle tiempo a sus compañeros a reaccionar, recibiendo un impacto en el abdomen que lo dejó mortalmente herido.
En su honor, hoy en día el Salón de Eventos del Regimiento lleva el nombre de "Soldado Luna".
Pocos pero vertiginosos años después de su formación con los jesuitas santafesinos, Roberto Mayol yace en la hilera de cuerpos de los doce guerrilleros muertos en el ataque de Montoneros a un cuartel ubicado en las afueras de la ciudad de Formosa, en la periferia del país.
Mayol tiene el número 8 dibujado entre el pecho y la panza, el torso desnudo, los pantalones desabrochados.
Es el domingo 5 de octubre de 1975 por la tarde; en un sangriento combate de apenas media hora también han muerto doce defensores del regimiento, entre ellos diez soldados que a la edad de 21 años cumplían con el servicio militar, que era obligatorio y duraba un año.
El ataque de hace 42 años fue el debut del Ejército Montonero con sus grados y sus uniformes azules, el instrumento militar creado para tomar el poder y alcanzar la Patria Socialista. Los propios montoneros lo bautizaron “Operación Primicia” y fue espectacular: incluyó el ataque al cuartel, y el secuestro en pleno vuelo del avión más moderno de Aerolíneas Argentinas y su desvío a la ciudad de Formosa, donde otro pelotón había copado el aeropuerto internacional.
Los sobrevivientes del ataque escaparon luego en ese avión, que aterrizó en una pista clandestina en las afueras de Rafaela, en Santa Fe, y en un avión muy pequeño con el cual confundieron a las radares, que bajó en una arrocera en Corrientes. También Mayol tenía 21 años; era uno de los tantos jóvenes de clase media y clase alta que a partir de la segunda mitad de los sesenta se hicieron peronistas y, con esa fe que suelen tener los conversos, se volcaron a la lucha armada contra las sucesivas dictaduras militares.
Muchos de ellos también contra sus propios padres. Mayol, que ya había alcanzado el grado de “oficial segundo” en la estructura militar de Montoneros en Santa Fe, había dirigido ataques contra la corresponsalía de la agencia de noticias Telam y la sede del Club del Orden, un aristocrático reducto al que pertenecía su papá.
Mayol había llegado castigado a Formosa seis meses antes del ataque. Venía del Batallón de Arsenales121, ubicado en la localidad de Fray Luis Beltrán, a diecisiete kilómetros de Rosario. Sus jefes concluyeron que Mayol había entregado las armas demasiado rápido en un ataque del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) el 13 de abril de 1975.
Debido a que ya sospechaban de su militancia en Montoneros, lo sacaron de la zona de Rosario, donde la guerrilla tenía mucho desarrollo, y lo enviaron a un lugar alejado, donde nunca pasaba nada, para neutralizarlo.
“Mayol se notaba enseguida, primero porque era un rubio al lado de los otros soldados, que eran todos morochos, de cabellos duros. Había un 10 por ciento de tobas. La mayoría de los soldados era pobre”, cuenta el entonces el subteniente David Cabrera Rojo.
Luego de completar la secundaria en el Colegio de la Inmaculada Concepción, “La Inmaculada”, entró a la Universidad Nacional de Litoral para estudiar Derecho.
Mayol era el mejor informante que Montoneros podía tener en un cuartel y por eso, la cúpula, encabezada por Mario Firmenich, decidió atacar un regimiento tan alejado y en un lugar donde la guerrilla no tenía mucha presencia.
Mientras los ex conscriptos formoseños y los parientes de los “colimbas” muertos lo recuerdan como un traidor —“el soldado entregador”, le dicen— muchos de quienes fueron montoneros y de los admiradores de la “juventud maravillosa” del kirchnerismo y el centro izquierda lo consideran un héroe, un mártir, un “cura laico” o por lo menos una víctima del terrorismo de Estado.

Subteniente Ricardo Massaferro
“Roberto Mayol era muy inteligente, muy sensible. Lo recuerdo como un cura laico; un admirador de Camilo Torres, venía del progresismo católico”, dice el abogado Jorge Pedraza, que estudió con él en “La Inmaculada”, y fue quien escribió un párrafo sobre su amigo en la placa que recuerda en la Universidad del Literal a veinticuatro “alumnos, profesores y egresados muertos, desaparecidos y perseguidos durante la última dictadura militar”.
Esa placa colectiva quedó inaugurada el jueves 31 de agosto de 2006, en el momento culminante de cuatro jornadas de homenaje que habían sido inauguradas con una conferencia a cargo de Ricardo Lorenzetti, el santafesino que ahora preside la Corte Suprema de Justicia.

Soldado Hermindo Luna
Lo mismo ocurre con otros guerrilleros muertos en el cuartel, que han sido homenajeados en sus pueblos o ciudades y en los colegios y universidades que frecuentaron. Más relevante aún: ocho de esos doce montoneros figuraban en los nuevos listados del Nunca Más —publicados en 2006, durante el gobierno de Néstor Kirchner— como víctimas de “ejecución sumaria”, una categoría amplia creada durante el kirchnerismo.
Los parientes de esos ocho guerrilleros —los de Mayol no figuraban en 2010— habían cobrado ya una millonaria indemnización equivalente a cien veces el sueldo más alto de la administración pública nacional al ser considerados Víctimas del Terrorismo de Estado. En aquel momento, ascendía a 620.919 pesos. En cambio, los padres de los colimbas muertos cobraban una pensión mensual de 842 pesos. La mamá de cada uno de ellos, por ejemplo de Marcelino Torales, debería cobrar esa pensión de 842 pesos todos los meses durante 61 años y medio de su vida para llegar a la suma ya percibida por los parientes de cada uno de los guerrilleros. Y sin que hubiera inflación.







El avión que participó en la Operación Primicia. | Cedoc

Salvo en Formosa, a nivel nacional no suelen recibir homenajes ni reconocimientos en ningún otro lugar. En los últimos años circuló en el Congreso un proyecto de ley elaborado por el diputado formoseño, Ricardo Buryaile, del radicalismo para equiparar esos subsidios. Pero, luego de muchas idas y vuelta fue hundido por la mayoría de diputados kirchneristas, con los peronistas formoseños a la cabeza.
En el plano judicial, el juez federal Claudio Bonadio investiga las indemnizaciones pagadas a esos u otros guerrilleros que atacaron cuarteles y comisarías durante los gobiernos constitucionales del peronismo entre 1973 y 1976. La investigación avanzó muy poco en los últimos meses.
Los soldados formoseños y los conscriptos que lucharon y se salvaron siguen deambulando en el lugar equivocado de la historia oficial.
Operación Primicia es una exhaustiva investigación del ataque que realizó Montoneros a un cuartel militar de Formosa, el 5 de octubre de 1975 durante el gobierno de Isabel Perón.



Investigación. Ceferino Reato, autor de Operación Primicia.

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