
Desazón y bronca, 26 Abril 2017
(Cinismo e hipocresía de
políticos y periodistas y prevaricato judicial en los ilegales juicios a los
militares, en relación a la guerra interna contra la guerrilla terrorista
subversiva marxista, transcurrida en los años de las décadas de los años 60 y
70, guerra iniciada por las organizaciones armadas ilegales de Montoneros, ERP,
FAP, FAR, MTP, etc. Las Fuerzas Armadas de la Nación, comenzaron las acciones
militares por orden de los políticos, (decreto secreto número 261/75), al
declararse los políticos incapaces de neutralizar con las fuerzas policiales,
el accionar terrorista).
La muerte en prisión, del
Preso Político Nro 400, señor Coronel (R) D Hugo Delmé, asesinado en el marco
del Plan Sistemático y Criminal de Exterminio de un sector de la población,
diseñado por la corporación política, (de la que también forma parte la alianza
Cambiemos), y ejecutado por la judicial, me ha dejado una mezcla de desazón y
bronca y la necesidad de escribir estas líneas.
A esta altura de los hechos,
sinceramente harta la ingratitud y la hipocresía de la masa de los integrantes
de la sociedad argentina.
A diario escuchamos palabras y
expresiones que, hasta el 25 de Mayo de 2003, no existían en el vocabulario de la
gran mayoría de aquéllos que tienen acceso a los medios de comunicación:
“genocidas”, “represores”, “delitos de lesa humanidad”, etc.
El oportunismo de muchos causa
escalofríos.
A diario escuchamos o leemos
relatos que hacen referencia a la “teoría de los dos demonios” y,
ante ello, no son pocos los que se rasgan las vestiduras con expresiones
rimbombantes y políticamente correctas y, haciendo gala de un inaceptable
reduccionismo, descargan las responsabilidades de la tragedia argentina de los
’70, exclusivamente, en aquéllos que quisieron imponer en nuestro país
un régimen totalitario de signo comunista, sea castro-guevarista, colombiano,
venezolano, socialista, vietnamita, chinoista, soviético, camboyano o como
quieran denominarlo, o en quienes, ante el clamor popular, tuvimos la
responsabilidad de impedirlo.
Los otros demonios,
(políticos, jueces, sindicalistas, docentes, periodistas y medios de
comunicación, intelectuales, empresarios, religiosos de todos los credos y el
resto de una sociedad anestesiada, adormecida e indiferente), que apoyaron,
tanto a terroristas, como a quienes los combatimos –sea por convicción,
oportunismo o cobardía– hoy, sin ningún tipo de pudor, reivindican a quienes atacaron a la Nación y condenan a los que, con
sus aciertos y errores, nos dieron la libertad que hoy gozamos,
evitándonos, entre otras cosas, los padecimientos de los pueblos citados
en el párrafo anterior.
Triste país aquel que aplaude a quienes lo atacaron y encarcela a sus
libertadores.- Más triste aún es cuando los derrotados de
ayer y sus apologistas, masivamente ocupan espacios en los medios de
comunicación desde los cuales se encargan de tergiversar u ocultar
escandalosamente la verdad, cacareando su supuesta lucha por encontrarla.
Según Luis Alberto Romero, en
su excelente artículo titulado “El discurso intolerante de los organismos
de derechos humanos”, publicado en La Nación del 20 de Abril de 2017,
plantea que “el 24 de Marzo de 2001, el reclamo de justicia que se escuchó
en la Plaza de Mayo ya sonaba a revancha y a venganza”.
Si esto era así, habrá que
preguntarles a periodistas e intelectuales por qué no escatimaron los baldazos
de nafta que lanzaron sobre un incendio que ya comenzaba a descontrolarse y por
qué lo siguen haciendo hasta nuestros días. ¿O acaso continuarán con su
política del “yo no fui “?.
Desde la recuperación del
sistema democrático (muy poco republicano, para nada representativo y
escasamente federal) el 10 de diciembre de 1983, lo único que hizo bien la corporación política fue alentar la venganza
y el odio contra sus FFAA, de Seguridad y Policiales, que habían evitado que nuestro país cayera en manos del comunismo.
Hoy escuchamos y leemos a
diario que se responsabiliza al kirchnerismo de la reivindicación del odio y de
la “grieta”.
¿Y los gobiernos anteriores
qué?
¿O acaso Alfonsín dudó algún
instante en alentar la destrucción del Estado de Derecho para consumar la
venganza largamente anhelada desde la derrota militar de las organizaciones
terroristas, impulsando el llamado “Juicio a las Juntas”, del que se
enorgullecen, a pesar de haber arrasado, entre muchas otras normas jurídicas,
con el Art. 18 de nuestra vapuleada Constitución Nacional?
¿O acaso Menem titubeó a la
hora de pactar un indulto con los terroristas (balanceándolo al incluir también
a quienes habían sido condenados en el Juicio mencionado anteriormente) o de
indemnizarlos, dejando fuera de toda compensación a sus víctimas?.
¿O acaso de la Rúa, tuvo algún
prurito en dejar en libertad a los terroristas del MTP que atacaron el cuartel
de La Tablada, mientras sentaba en el banquillo de los acusados a las FFAA, en
los cínicamente llamados “Juicios de la Verdad”?.
¿Y de quiénes viven fogoneando
el odio y la revancha, qué?
¿O acaso no leemos y
escuchamos diariamente cómo se los alientan desde distintos medios y tribunas?
Insisto con el periodismo.
Romero, en su artículo precitado, expresa que “los organismos de derechos
humanos ejercen una verdadera dictadura verbal. Nada más tentador para un grupo
humano que administrar esa dictadura de la palabra”. Mejor definición
no puede existir para el “grupo humano” denominado periodismo.
La venganza y el odio no han
sido, ni son patrimonio del kirchnerismo.- Algún día, los otros demonios, entre
ellos, los medios de comunicación y los periodistas y los intelectuales,
deberán hacerse cargo de sus responsabilidades respecto de la difusión del
“relato” que ha mantenido abiertas nuestras heridas del pasado.
El 24 de Marzo del corriente,
durante los actos que se llevaron a cabo en la Plaza de Mayo, se leyó un
documento que reivindicó el accionar de las organizaciones terroristas contra
la Nación y el pueblo argentinos, el que contó con la aprobación de reconocidas
personalidades de organismos que dicen defender los derechos humanos.- Entre
ellos Estela Carlotto y Taty Almeyda (quién aplaudió vehemente cada palabra
reivindicatoria).- En esos actos también se incitó al derrocamiento del actual
gobierno para ser reemplazado por quienes fueron derrotados en las elecciones
de 2015.
Ante semejante apología de la
violencia e incitación a la sedición, la cobarde sociedad argentina,
desesperadamente convocó a una concentración para el 1ro. de Abril próximo
pasado para defender a este gobierno y ahora está alentando otra para Mayo.
Obviamente que no quisiera
que, en democracia, se ejecute el tercer golpe de Estado civil (para
quienes no lo recuerden, los dos primeros fueron contra Alfonsín y a De la
Rúa), pero no creo que debamos participar de esas convocatorias.- Que marchen
los que buscan algún beneficio o conveniencia o, simplemente, los que comulguen
con todo lo que ha hecho el gobierno hasta ahora.
Relacionado con esto voy a
hacer unas reflexiones:
- El apoyo al gobierno se lo dimos con nuestros votos.
- Un gobierno que tiene miedo de hacer lo que debe, no creo que
merezca ser apoyado por nadie, dado que::
- Ha permitido que la inseguridad y el narcotráfico sigan su curso y
los delincuentes y los piqueteros sigan siendo los dueños de la calle
- Alienta y financia a
organizaciones revolucionarias disfrazadas de “sociales”, como la
Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, el Movimiento Evita
y la Corriente Clasista Combativa conducidas por reconocidos terroristas
como Emilio Pérsico, Carlos Aznares, Juan Grabois, Roberto Cirilo Perdía y
Eduardo Soares, quienes deberían estar en la cárcel por sus crímenes y,
sin embargo, gozan de la veneración de los políticos.- A
estas organizaciones el gobierno les va a entregar la nada despreciable
suma de $ 30.000.000.000 (treinta mil millones de pesos) — que no van a ir
a salud, educación y seguridad– para que puedan invertirlos en agitación y
violencia.
- No ha evidenciado preocupación alguna por encontrar soluciones de
fondo a la pobreza y la indigencia, al hambre y la desnutrición y al
desempleo, demostrando gran insensibilidad social y mucho populismo
paquete.
- Ha dado continuidad a los procesos de destrucción de la educación,
desmantelamiento del Sistema de Defensa y de desmalvinización.. La mejor
prueba de esto último está dada por la financiación del viaje de quienes
profanaron las tumbas de nuestros 237 héroes sepultados en el Cementerio
de Darwin, Isla Soledad, Islas Malvinas: Pérez Esquivel, Nora Cortiñas,
Eduardo Alonso y otros de similar catadura, agraviando de esta forma, no
sólo a la Gesta, sino también a la inmensa mayoría de los familiares de
los caídos y a los propios Veteranos de Guerra.
- No ha cumplido su promesa
de poner fin al “curro” de los derechos humanos, manteniendo la persecución
a los miembros de las FFAA, de Seguridad, Policiales, Penitenciarias y
civiles por su participación en la guerra contrarrevolucionaria que ha
permitido que, hasta hoy, los argentinos pudiéramos vivir en libertad.
Tenemos más de 2000 hombres presos políticos por combatir por la Patria y
400 ya fueron asesinados, (casi 60 de ellos lo fueron durante este
gobierno), y su política de
“cambio” no cambió nada y, a estos políticos, poco les ha importado, o
bien han acompañado, el proceso de persecución.
Simultáneamente con ello
arroja flores al Río de la Plata como tributo a los terroristas que
ensangrentaron nuestra Patria; es querellante en los denominados “juicios de
lesa humanidad”, (verdaderos juicios populares en que los que se viola cuanta
norma jurídica exista, con tal de consumar la venganza ); conmemora con una estampilla, los 50 años de la muerte de uno de los
mayores carniceros latinoamericanos, el Che Guevara; le rinde homenaje, y
nada menos que en la Biblioteca Nacional, al terrorista montonero Rodolfo
Walsh, responsable entre otras fechorías, del atentado perpetrado contra la
Superintendencia de Seguridad Federal, (que dejó un saldo de 22 muertos y 64
mutilados), y exonera a un grupo de maestras y la directora de la Escuela N° 8
Carlos Della Penna, del barrio de la Boca, por exhibir en el acto por el Día de
la Memoria, (sesgada), un video que muestra la otra parte de la verdad de los
’70, mientras guarda ominoso silencio ante las parodias de fusilamientos
escenificados por niños de escuela primaria en La Cumbre, lo que nos pone ante
una realidad que debería preocuparnos mucho más. EL ODIO, LA MENTIRA Y LA
VENGANZA han calado hondo en nuestro pueblo, dejando de ser, como ya dijera,
sólo responsabilidad del kirchnerismo. Todo muy triste y alarmante, al mismo tiempo.
El Cnl Hugo José Delmé,
hubiera cumplido por estos días 81 años.- Fue una víctima más del perverso
sistema político-judicial y penitenciario, por cuanto una persona de esta edad
no debía estar privado de su libertad en un penal, impedido de toda posibilidad
de acceso rápido a un sistema de salud que lo hubiera contenido.
Lo más triste aún es que “los
otros demonios” se sigan haciendo los distraídos ante estas
perversidades.- Ya han sido asesinados 400 presos políticos en el marco del
Plan Sistemático y Criminal de Exterminio de un sector de la población,
crímenes que constituyen verdaderos delitos de lesa humanidad, por
cuanto el “Estatuto de Roma” (que a los uniformados se les aplica
en forma retroactiva, pues no estaba vigente durante la guerra antisubversiva),
para los jueces, fiscales y el resto de los integrantes de los tribunales
prevaricadores, (hoy convertidos en peligrosas asociaciones ilícitas), y demás
responsables de estos delitos, (cometidos contra los militares presos
políticos), está absolutamente vigente.
¡¡Qué triste, e ingrato al
mismo tiempo, que estemos presos por haberle evitado a nuestro país los
padecimientos de los pueblos que han sufrido y sufren regímenes totalitarios
comunistas!!
¿Qué creen, los políticos,
jueces, sindicalistas, docentes, periodistas, intelectuales, empresarios,
religiosos de todos los credos y el resto de la sociedad, que hubiera sucedido
con ellos si el proyecto socialista del ERP/MTP o Montoneros hubieran tenido
éxito?
Yo les respondo:
- Seguramente algunos habrían sido miembros de Comité Central del
régimen totalitario instalado;
- Muchos otros hubiéramos sido fusilados;
- Otros eternamente hubieran sido privados de su libertad en cárceles
horrorosas (de los cuales, con el correr de los días, algunos también
hubiesen sido fusilados);
- Otros habrían terminado en granjas colectivas (¡¡¡qué colegio
Newman, ni diarios La Nación, Perfil o Clarín; ni Bridas, ni Arcor, ni
SOCMA; ni PRO, ni PJ, ni UCR, ni Coalición Cívica; qué Comisión Episcopal,
ni obispados, ni arzobispados, ni sinagogas o mezquitas, ni ocho
cuartos!!!) y sus hijas prostituidas para poder sobrevivir;
- TODOS estarían haciendo largas colas en los depósitos para recibir
las migajas del régimen, para poder alimentarse;
- Y ABSOLUTAMENTE TODOS, HABRÍAN PERDIDO SU LIBERTAD, la libertad que
quienes están presos, les aseguraron hasta estos días, libertad que se
les ha conculcado a los libertadores.
Si éstos no hubieran impedido
que las organizaciones terroristas se hicieran del poder, ¿alguien puede creer
que Bergoglio sería Papa o Poli arzobispo o Arancedo presidente de la CEA; o
Bulgheroni, Roggio, Macri, Pérez Companc, Born, Pagani o Blaquier, hubieran
sido exitosos empresarios; o Mitre, Magnetto o Fontevecchia, tendrían los
medios de comunicación que hoy utilizan para perseguirlos y para fomentar los
odios; o muchos de los que integran o integraron las corporaciones política y
judicial, la docencia, etc., hubieran llegado a lo que llegaron?.- La lista
sería larguísima y no quiero aburrirlos, pero lo del Coronel Delmé me ha
agotado la paciencia.
Ahora nos consternamos con los
atentados que sufren los pueblos de Europa.- Se vierten litros de tinta y horas
de emisión, donde periodistas, políticos e intelectuales se solidarizan ante
los estragos que producen los terroristas islámicos.- Ahora pregunto, ¿tan
desmemoriados están que no recuerdan lo que sucedió en la Argentina durante los
años ’60, ’70 y ’80?.
Sólo por mencionar unos pocos
crímenes de la locura del terrorismo en Argentina, ¿no se acuerdan de los
asesinatos del General Aramburu, del General Cesáreo Cardozo, del Capitán Viola
y su hijita de 5 años, del Vicealmirante Hermes Quijada, del Cónsul Norteamericano
Patrick Egan, del empresario Oberdan Sallustro, del empresario Santiago
Soldati, de Paula Lambruchini, de 15 años de edad, del hijo de Clotildo
Barrios, de sólo 3; de los Coroneles Larrabure, Ibarzábal y Gay y su señora,
del Capitán Cativa Tolosa, y de muchísimos otros, que con su sangre derramada,
nos aseguraron esta Argentina libre?.- ¿No se acuerdan del atentado contra la
Superintendencia de Seguridad Federal y de los ataques a los cuarteles de Monte
Chingolo, Formosa, Azul, Comando de Sanidad del Ejército, Regimiento General
Belgrano de La Tablada, Fábrica Militar de Explosivos, derribo de un avión
Hércules, hundimiento del destructor Santísima Trinidad, con sus saldos de muertes y destrucción?.
Pasaron los años y toda esa
tragedia deliberadamente desapareció de los medios de comunicación para dejar
paso a los dos ¿“únicos”? atentados terroristas perpetrados contra la
sociedad argentina: los de la Embajada de Israel y la AMIA?.
Si los periodistas pretenden
hacer un “periodismo de calidad”, como José Crettaz expresa en su artículo
titulado “El periodismo argentino y la urgencia por dejar de hacer lo
mismo de siempre”, publicado en La Nación del 15 de Abril de 2017, lo
primero que deberán hacer es dejar de mentir, por cuanto ocultar o tergiversar
la verdad, es la forma más repugnante y cobarde de hacerlo, cosa que, por lo
reiterada, ya se constituye en una metodología aceptada para engañar a la
opinión pública.
Ejemplo de esto lo evidencia
Reymundo Roberts, en su artículo “Maldita sea, otra vez los carapintadas”,
publicado en La Nación, también el 15 de Abril del corriente, en el que
miente al decir que el alzamiento de Rico de Semana Santa le “arrancó”
a Alfonsín “un par de leyes”, cuando todo el mundo sabe, (y el
periodista también), que la ley conocida como de “punto final” fue anterior a la
asonada militar, siendo promulgada por el entonces presidente –habiendo
contado, para ello, con el apoyo de la mayoría de los legisladores nacionales–
debido a que había tomado conciencia del desastre cometido al impulsar los
juicios a los militares por haber liberado al país y a su pueblo del flagelo
del terrorismo, que dieron comienzo a la destrucción del Estado de Derecho en
nuestro país.
A diario se publican artículos
que hacen referencia a hechos protagonizados por militares, mientras
sistemáticamente se silencian otros de similar o mayor importancia, como por
ejemplo el atentado del 15 de abril de 1953, en el acto de Plaza de Mayo de la C.G.T.
(en el que fueron asesinadas 6 personas y otras 90 sufrieron gravísimas
mutilaciones) o el ataque a los cuarteles de La Tablada, perpetrado por el
Movimiento Todos por la Patria (MTP), en el que murieron 9 miembros del
Ejército Argentino (entre ellos 4 Soldados Conscriptos), dos integrantes de la
Policía de la Provincia de Buenos Aires y 29 terroristas.
Lo sugestivo es que, como en
los hechos criminales mencionados precedentemente, las pocas veces que los
periodistas “recuerdan” la otra parte de la historia de los ’70, solamente se
refieran a los que tuvieron como protagonistas a los Montoneros, por sus
vínculos con el peronismo, haciendo “desaparecer” de los medios de comunicación
las acciones criminales perpetradas por el ERP/MTP, con claros lazos con la
Unión Cívica Radical, (Alfonsín fue abogado defensor de Santucho jefe del ERP),
lo que también es parte de la metodología desinformadora adoptada por el
periodismo.
¡¡¡Por Dios, cuánto cinismo e
hipocresía!!!.
Por todo lo expresado, he
llegado a la triste conclusión que, por su indiferencia e ingratitud, esta
sociedad no se merece una sola gota de la sangre derramada para conquistar la
libertad que hoy disfrutamos; no se merece una sola lágrima de los familiares y
amigos de aquellos que dieron su vida en su defensa; no se merece un solo
segundo de la angustia de aquellos que hoy padecen ilegal, ilegítima e injusta
privación de libertad y, mucho menos, de las de sus seres queridos.
Que Dios y la Virgen nos
iluminen y protejan.
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