Vivimos instancias en que la mentira es tan fácilmente utilizada y aceptada, (un ejemplo: la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal promulgó una ley que obliga a aceptar que los abatidos/desaparecidos en la guerra contra los guerrilleros terroristas subversivos marxistas, son 30.000).
Pareciera que los hombres se han convencido que Dios ha retirado lamentira del Decálogo. Bueno…, en realidad no sólo la mentira. También se han convencido de que Dios en estos tiempos modernos ha cambiado su doctrina o simplemente que no existe, pero eso es motivo para otro análisis.
El descaro de los mentirosos es tan grande que nos las gritan en la cara, con las pruebas de las mentiras frente a los ojos y aún así las sostienen.
Es por eso que les garantizo que la tan reconocida grieta es imposible de cerrar.
Los falaces seguirán en sus posturas y con la ayuda de los medios de comunicación, parte preponderante para que las mentiras se sostengan, pasarán los años y lo impuesto no se modificará.
Pero, de alguna manera todos somos víctimas, de que esas mentiras, se nos hagan carne a los que rechazamos ese abominable pecado.
Y como prueba de lo que sostengo, le hago una pequeña observación. Dos personajes muy conocidos como eran el escritor Mark Twain, y el filósofoFrançois-Marie Arouet, vulgarmente conocido como Voltaire, dijeron frases célebres que trascendieron en el tiempo. El estadounidense, sabiamente sostenía que “es más fácil engañar a la gente que convencerlas que han sido engañadas”. En tanto el segundo, dijo"Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá."
Cómo será de cierto lo sostenido por ambos, que estas últimas palabras de Voltaire se las adjudicaron a Josep Goebbels quien sólo las repitió para demostrar que las mentiras achacadas a Alemania en la década del treinta por sus enemigos, habían calado tan hondo que nada podían hacer ellos para refutarlas. Tan hábil fue la prensa que no sólo se la adjudicaron a él sino que convencieron a la humanidad que las dijo para justificarse. Una cosa de locos, pero real.
Nosotros lo podemos ver en la falacia de los 30.000.
Todos sabemos que son falsas, todos sabemos que sólo pueden encontrar entre 6 y 8 mil, todos sabemos que inventaron el número igual que con otro número famoso que se ha hecho ley y que cualquiera que la objete será pasible de la muerte civil. Pero marche preso.
Quienes estamos seguros de que la victoria final será de Dios, también sabemos que todo esto se caerá como inmensos castillos de naipes, a su momento.
Mientras tanto, nosotros sigamos dando testimonio de la Verdad, esa que Pilato no podía entender qué era.
No hay comentarios:
Publicar un comentario