miércoles, 30 de agosto de 2017

¿ QUE HACE EL GOBIERNO ANTE ESTA INTROMISIÓN POLÍTICA EN LAS ESCUELAS DE NIVEL INICIAL, PRIMARIO Y SECUNDARIO ?

La hija de Guerrero Marthineitz denunció adoctrinamiento en la UBA
Gabriela Guerrero Marthineitz, hija de Hugo, el periodista y locutor peruano que dejó huella en la radio y la televisión argentina, sorprendió a todos al salir publicamente a denunciar lo que llamó “adoctrinamiento y proselitismo” en la Universidad de Buenos Aires, por lo que decidió buscar un espacio en la universidad privada. “Tuvimos tres días de clases y los tres días fueron clases claramente militantes contra el gobierno de Macri. Yo no soy macrista pero voy a la universidad para aprender a pensar, no para que me bajen línea.”
A sus 54 años, Gabriela, quien desarrolló una carrera en los medios desde muy joven como productora de su padre en “A Solas” en el año 1984, sintió que con su hija ya adulta podía por fin darse tiempo para estudiar en la universidad y se anotó en el CBC atraída por la filosofía. Empezó en julio del año pasado, pero fue en este ciclo lectivo cuando la alertó el sesgo en los profesores y lo que llama el miedo entre sus compañeros ante la posibilidad de no ser aprobados si incurrían en el disenso. “A una de las chicas la madre le dijo que no hable para que no la desaprueben, otra me dijo que tenía miedo, y yo estoy grande para aceptar que eso pueda pasar y no hacer nada.”
Curiosamente, Gabriela Guerrero trabaja en Relaciones Intitucionales de la TV Pública donde ingresó en 2006, durante el kirchnerismo, en momentos en que se relanzaba Canal 7 con la compra de nueva tecnología. Pero no fue por eso que llegó a estar muy cerca de Cristina Fernández antes de su experiencia en la televisión estatal, sino por su trabajo de prensa junto al coiffeur Alberto Sanders. “Un día Cristina apareció en lo de Sanders por las extensiones. Nunca fui su secretaria pero varias veces me hizo pedir algún consejo o asistencia en temas estéticos o para la convocatoria de actores que era mi trabajo en el canal.”
“Yo en su momento creí en la defensa de los derechos pero luego, como todos, vi que se llevaban el país en bolsos”, afirma.
La gota que colmó el vaso durante su paso por la UBA fue una clase donde el peronismo era definido como “el paraíso de los pueblos” y el gobierno de Macri, como “represor”, o directamente se planteaba -casi sin espacio de disenso- que el cepo era algo bueno o se escuchaba comentarios como “Ojo con lo que voten en octubre”. Afirma que a eso se sumó la obligación de participar de una clase en Plaza de Mayo que directamente incluía a los alumnos en el centro del conflicto político y usados para tal fin.
A pesar de que hay varios estudiantes que no se sienten cómodos con la situación, lamentablemente, no todos están en la posición de poder elegir. “Muchos necesitan el título para poder trabajar”, señaló.
“No sé a donde recurrir, no tengo las armas, me asusta”, expresó angustiada.

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