Dolorosamente pero realmente es INÚTIL,
este enemigo de DIOS que entrega la Iglesia al Mundo no se detendrá ante nada,
su crueldad y astucia es la que le dé el Príncipe de este Mundo,(el demonio), amigo
de masones, marxistas, sionistas, sodomitas y cuanto degenerado existe, amigo
de ese engendro del infierno como es Marcelo Tinelli. No nos
equivoquemos, estamos viviendo la demolición de la Iglesia, no necesita
demostración, sólo con el sínodo basta. Pero hay otra Iglesia la de Cristo, la
de las catacumbas, la perseguida por este maligno, la de los Franciscanos de la
Inmaculada Concepción, la FSSPX y otras fraternidades seguidoras de las
enseñanzas de un verdadero Príncipe de la Iglesia Fiel, Mons. Marcel Lefevbre.
"Cuando viereis estas señales levantad la cabeza y alegraos porque la Redención
está cerca" Apoc.
Tomemos unos minutos y por apoyo
aunque sea moral a los militares presos políticos, que nos salvaron del
marxismo de los terroristas subversivos del ERP, (Ejército Revolucionario del
Pueblo), Montoneros, etc, leamos esta carta que relata una verdad
incontrovertible, el silencio del Cardenal Bergoglio mientras ejerció el
arzobispado de Buenos Aires y que ha continuado en su actual papado, ante el
prevaricato cometido por la Justicia Penal Federal y la Corte Suprema, al
aplicar con retroactividad nuevas leyes penales sólo con efecto para los
militares.
Esta notable carta a Francisco, de un
soldado argentino preso en un campo de concentración del régimen kirchnerista,
es un verdadero cachetazo al actual Papa, el que deliberadamente no sólo se
desentendió ante esta espantosa realidad durante su gestión como Cardenal
primado de la Argentina, sino que ahora como Obispo de Roma, evita
sistemáticamente todo gesto de caridad ante el sufrimiento de aquellos
indefensos hombres abandonados para que mueran de una buena vez por todas. El
odio que los enemigos de la Patria han desatado contra estos soldados,
evidentemente no ha movido el corazón de Bergoglio, que sí se muestra sumamente
complacido de recibir toda la basura marxista e impúdica que cada día lo visita
en su casa de Santa Marta.
Ya encontrará seguramente alguna
excusa para seguir mirando para otro lado, porque sólo misericordea con
adúlteros y con los de vicios nefandos.
Carta
de un militar preso, al Papa Francisco
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Marcos Paz, octubre de 2014
S S Papa Francisco
Ciudad del Vaticano
ROMA
Pedro César GUERRERO, Doc. Nac. de
Identidad N° 14045001, alojado en el Complejo Penitenciario Federal II de
Marcos Paz, provincia de Buenos Aires, República Argentina, me dirijo a SS
profundamente conmovido en mi condición de preso político, por sus palabras que
recoge un artículo periodístico referido al acto que se llevó a cabo en la
Plaza San Pedro el 28/09/14, en celebración de la Fiesta de los Abuelos.
A cada instante recuerdo, entre otros
pensamientos suyos en ese encuentro, cuando manifestó: “los abuelos son como
árboles vivos, que también en la vejez no dejan de dar frutos”.
Nadie puede dejar de compartir su
anhelo, cuando auspició que se construyan casas para ancianos “…pero que sean
verdaderas casas y no prisiones. Y que sean para los ancianos, no para los
intereses de algún otro, no institutos donde los ancianos viven olvidados y
escondidos”
Todas estas frases dichas por S S, me
llevan a pensar y a hacerme preguntas respecto de las cuales me gustaría que el
Padre de la Iglesia, iluminado por el Espíritu Santo, me ayude a encontrar
respuestas.
Soy un preso político que se
encuentra detenido en este Complejo Penitenciario Federal II, desde el
04/11/2008, por presuntos hechos tipificados como “delitos de lesa humanidad”,
los que habrían sido cometidos en la década de 1970.
S S, creo que por toda la información
que Ud. posee y sigue recibiendo, no hace falta detallar en inventario de las
violaciones jurídicas que la Justicia Federal Argentina ha cometido, (y sigue
cometiendo), en perjuicio de más de 1.800 ( un mil ochocientos)
presos políticos, avasallando derechos constitucionales y procesales y. lo que
es más grave, también aquellos derechos establecidos por los Pactos y Tratados
internacionales que la Argentina ha firmado y asumido libremente.
Pero lo que me impulsa a enviarle
este mensaje, no es tanto la denuncia de la aberración jurídica, sino las
permanentes violaciones a los Derechos Humanos de los Presos Políticos y de sus
familiares, sometidos permanentemente a la arbitrariedad, humillaciones,
persecución y hasta amenazas por parte de grupos políticos financiados,
(escandalosamente, por cierto), y dirigidos por funcionarios del gobierno.
El promedio de edad de los más de
1.800 presos políticos de las distintas Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y
Aeronáutica), Fuerzas de Seguridad (Gendarmería y Prefectura), Fuerzas
Policiales (Federal y Provinciales) y civiles, supera los 70 (setenta) años. Es
decir, que la abrumadora mayoría (75 al 80% de los presos políticos) es gente
anciana.
En los 5 años y 11 meses de detención
que llevo cumplidos, me he sentido en incontables oportunidades (y aún me
siento), torturado por el espectáculo diario de ancianos mayores de 80
(ochenta) años, o algo menores pero con movilidad limitada por sus dolencias
físicas, que son llevados a comparecer ante los distintos Juzgados o para
asistir a los debates orales y públicos en condiciones de tormento.
Los traslados para comparendos
judiciales, como las salidas sanitarias, comienzan a las 04:30 hs. y el
regreso, en el mejor de los casos, se efectiviza después de las 18:00hs.. Pero
en muchas oportunidades recién se producen a las 00:00 hs., o aún alrededor de
la 01:00 hs. del día siguiente, sin importar que luego, a las 04:30 hs. tenga
que salir nuevamente. Y esto sucede mientras en realidad, en la mayoría de los
casos, ya en horas de la mañana habían terminado su trámite de comparendo.
A estos comparendos, (o consultas
médicas), son llevados esposados, con gran riesgo de lesiones, en vehículos
inadecuados aún para personas jóvenes, normalmente sin calefacción ni aire
acondicionado y, en todo ese tiempo con escasa o nula alimentación y provisión
de agua.
Pregunto a S S: ¿No parece este cruel
tratamiento enderezado a la ejecución de una verdadera eutanasia?
Se me caen lágrimas de impotencia
cuando recuerdo a muchos de esos ancianos, suplicar a los guardias para ser
asistidos por alguna dolencia, o reclamar una medicación específica y urgente,
que le habían prescripto 48 o 72 horas antes.
Pregunto a S S: ¿No constituye este
abandono de persona, parte de un plan sistemático de eutanasia?
Cuando se logra conseguir un turno
para realizar una consulta médica extramuros con un especialista o para
realizar un estudio determinado, en un altísimo porcentaje se llega tarde y se
pierde el turno…, a pesar de haber salido a las 04:30 hs. del Complejo
Penitenciario. Parece una broma de mal gusto lo que estoy narrando pero no es
más que una muestra de la cruda realidad que estamos padeciendo.
Esta situación es perfectamente
conocida por el Poder Judicial de la Nación, que no interviene porque es
“política de Estado”.
A los presos políticos que pagan
puntualmente su Obra Médica Social, les corresponde ser atendidos en los
hospitales de cada Fuerza (Militar, Naval, Aeronáutico, Policial, etc.); pero
por un acuerdo criminal entre el Ministerio de Defensa y el de Justicia, se
prohibió a esos centros de salud que puedan atender a imputados por “delitos de
lesa humanidad“.
Esta decisión tomó estado público
pero se sigue aplicando con todo rigor aún después de todas las denuncias y
recursos presentados los que, invariablemente, fueron desestimados por
presión política de la Presidente de la Nación y los jueces que
entienden en las causa caratuladas de “lesa humanidad”.
Pregunto a S S: ¿Esta no es una
política dirigida claramente a cometer eutanasia?
Para los presos políticos la atención
médica resulta una parodia. Por ejemplo, para que se me proveyeran los anteojos
que necesitaba imperiosamente a fin de poder leer por mi mismo los escritos
judiciales donde se jugaba mi destino como preso político, he debido suplicar
durante un año y dos meses. Esta situación no era desconocida para la
procuración Penitenciaria ni para la Comisión de Cárceles pero, al parecer,
también los comprende a ellos la punición infinita que promueve la “política de
Estado” que impulsa el actual régimen encaramado en el gobierno de mi país.
Por todo lo expuesto, me permito
adjuntar a la presente una copia xerográfica de lo denunciado ante la Fiscalía
de la Corte Penal Internacional con fecha junio del corriente año, donde S S podrá
leer en párrafo resaltado un reflejo de su inspirada sentencia: “El abandono de
los ancianos es una eutanasia disimulada”.
Me parece apropiado destacar que en
esa fecha (junio 2014) ya sumaban 235 (doscientos treinta y cinco) los muertos
en cautiverio. Como resultado eficiente de la “política de Estado” que
promueven y ejecutan algunos de los que frecuentemente se sientan a su mesa, al
06 de octubre los muertos habían llegado a la cantidad de 254 (doscientos
cincuenta y cuatro). Esta denuncia aún espera respuesta.
Quiero informar a S S que en la
Fiscalía de la Corte Penal Internacional tengo asignada, por otra denuncia que
presenté el año pasado, la identificación OTP-CR-365/13. Respecto de lo
denunciado por mi en ese expediente, no niegan que el estado Argentino comete
delito, pero alegan que esa Corte no tiene jurisdicción.
También podrá apreciar en el escrito
adjunto que las muertes y el marcado abandono de persona, (la “eutanasia
escondida” que S S denuncia), pasan sin la menor señal de alarma o propósito de
intervención de ningún organismo jurisdiccional- local o internacional- de todo
lo cual resultan responsables la Sra. Presidente de la Nación, la mayoría de
los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los Jueces
federales que entienden en las causas de “lesa humanidad” y, por lógica
consecuencia también el Congreso de la Nación por ser el organismo de control
constitucional sobre el orden jurídico válido establecido.
Si la Iglesia sabe que en Argentina,
un grupo de más de 1.800 ancianos presos políticos están sometidos a una
eutanasia escondida por parte del Estado, me pregunto:
¿Por qué la Iglesia no confecciona un
documento específico para denunciar esta cruel matanza?
¿Por qué la Iglesia no solicita a los
organismos internacionales (como la Comisión de DD.HH. de la ONU) que visite
los lugares de detención y entreviste a los ancianos presos políticos
ilegalmente detenidos?
¿Por qué la Iglesia no pide al Fiscal
de la Corte Penal Internacional que abra una investigación respecto de las
violaciones a los DD.HH. por parte del estado Argentino, contra un grupo
nacional claramente discriminado de la población?
S S ejerció su ministerio en
Argentina en la década del ’70. En nuestro país se vivió una guerra muy triste
porque fue entre connacionales y que provocó la caída del gobierno
constitucional. Ahora que hemos vuelto a la democracia debemos hacer lo
necesario para conservarla superando los viejos conflictos para enfrentar los
nuevos desafíos y peligros que enfrenta, no solo la Argentina, sino ya todo el
planeta.
Debemos luchar primero por la
reconciliación y la concordia entre los argentinos, pero con justicia. No con la
que utiliza el régimen kirchnerista porque está enfermo de odio, venganza, resentimiento,
corrupción, prevaricato y deshonor entre otros males. Aristóteles y
Santo Tomás de Aquino sostuvieron, cada uno a su tiempo, que la “idea” de
estado es la “idea” de Justicia. Es el concepto moral más elevado que conozco,
respecto de la sociedad políticamente organizada.
Cuanta razón le asiste a S S cuando
dice: “…un pueblo que no protege a sus abuelos y no los trata bien, es un
pueblo que no tiene futuro. No tiene futuro porque pierde la memoria y se
separa de sus raíces”
Aquí en Argentina, este gobierno
trata de confundir la memoria colectiva para lo cual tergiversa completamente
la historia y los valores de sus protagonistas. No se puede negar la guerra que
nos impusieron ni la gravedad de los hechos cometidos por ambos bandos, pero que
son responsabilidad principal del agresor,(Rusia,
Cuba y los mercenarios locales). Nada habría sucedido si no nos hubiesen
invadido para apoderarse de nuestro país y de nuestro pueblo. S S
estaba aquí.
S S sabe, como pastor de hombres, que
el silencio confunde y duele. Le suplico que nos haga oír su voz.
Me despido de SS rezando un
Padrenuestro, que es la más bella declaración de amor y sumisión a Dios que yo
conozco y pidiendo al Espíritu Santo que lo ilumine para que quiera
obsequiarme, de su sabiduría, las respuestas que necesito para mis preguntas.
Con mi Fe en Jesús y mi Esperanza en
SS, le pido humildemente su bendición para mí, para todos los presos políticos
argentinos y para nuestras familias.
Pedro César Guerrero
DNI Nro. 14045001
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