domingo, 4 de junio de 2017

Traidor

¿Cómo puede ser que el ex jefe del Ejército y ex embajador del kirchnerismo en Colombia/Costa Rica, Martín Balza, acuse a las Fuerzas Armadas de no haberse arrepentido y pedido perdón por sedicentes, crímenes únicamente anidados en la afiebrada mente de este “general” ? Recordemos que el 3 de diciembre de 1990 apuntó un cañón del calibre de 101 milímetros contra el Regimiento de Patricios, en Palermo, ante un movimiento militar, comandado por el prestigioso héroe de las Malvinas, coronel Mohamed Alí Seineldín, a fin de que el presidente Carlos Menem cumpliera con sus promesas incumplidas,  de resolver la cuestión militar, habiendo Menem traicionando el compromiso contraído  ante el Coronel Seineldín, de solucionar el descalabro de las Fuerzas Armadas, que devenía del gobierno de Raúl R. Alfonsín, que las desmoralizó, enjuiciando a las tres primeras Juntas Militares, no actualizó sueldos y disminuyó el  presupuesto y las actividades operativas .
Menem incumplió sus promesas de solución, además les quitó aún más capacidades, cerró fábricas militares, astilleros de submarinos y discontinuó el proyecto aeroespacial del misil Cóndor II.
 Néstor Kirchner Y Cristina cerraron el círculo perverso iniciado por Alfonsín y continuado por Menem, destruyendo casi totalmente, a las Fuerzas Armadas, dejando a la Nación indefensa ante cualquier contingencia en nuestras fronteras. Quién se arrepintió, (el general Balza), sin que nadie lo pidiera, traicionando a sus pares, aunque nunca lo fue, pareciera que en la década del ´70 estaba en la Cochinchina, es el menos autorizado para objetar el fallo de la Corte Suprema que reconoció a un preso político la ley penal más benigna, fallo inobjetable para constitucionalistas y la Academia de Derecho y Ciencias Sociales. Si tuviera la vergüenza y el honor, no estaría haciendo declaraciones impropias del honor que deben lucir los mandos castrenses. Lamentablemente, estamos ante un individuo que, por desvergonzado, tiene la cara de piedra, y por carecer de ética, fue expulsado del Círculo Militar, que lo consideró indigno de pertenecer a esa entidad, y para mostrar su hilacha, ahora pretende menoscabar a los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Es inconcebible que quién alcanzó el más elevado mando en el Ejército, tenga semejante proceder, lindante con la traición, dado que no puede negar que la Argentina fue atacada por la Unión Soviética, en la década del ’70, a través de su peón de brega Fidel Castro, ocasionando esa guerra revolucionaria 21.655 atentados terroristas, entre 1969 y 1979, y la pérdida de vidas de 1.160 personas asesinadas a traición por las organizaciones terroristas ERP, Montoneros, FAR…La ciudadanía tiene fresca en la memoria ese trágico pasado, y no necesita las manifestaciones de un individuo que fue calificado por sus pares de traidor y beneficiado por el kirchnerismo con el cargo de embajador en Colombia y Costa Rica, durante todo el período  de Néstor y Cristina.
Con cordiales saludos,
Alfredo Nobre Leite

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